miércoles, 15 de octubre de 2014

Te amo poeta.

No hay muchas mujeres como tú, ni con esos ojos ni con esa forma de ser. Pocas mujeres verdaderamente inteligentes conozco de cerca. Pocas mujeres con madurez y sentido común. Muchas mujeres hermosas y celestialmente sensuales; pero como tú ninguna de ellas. La diferencia es que tú me gustas sin pinturas ni egos. 

Desde el primer momento en que te conocí note algo extraordinariamente diferente en ti. Me dije a mi mismo que la suerte que tendría en ese entonces tu pareja era de edición limitada. Una suerte que muy pocos pueden disfrutar. Ese día salí de la universidad con una alegría diferente en mi corazón. Este dato es importante y si eres una lectora de mis textos sabrás que todo lo hermoso que pienso sobre una mujer y lo cursi que escribo se trata sobre ti. Todo desde ese día; me entrevistabas y yo solo veía tus ojos. Los veía y luego me volteaba porque cierto nerviosismo se apoderó de mi mente y mis células. Mi organismo químicamente y físicamente no respondían. Al salir de esa cabina pensé mucho en ti. Nunca perdí tu rastro. 

Pasó un año y cacho y volví a verte. De nuevo vi tus ojos. De nuevo sentí algo hermoso.  Y ahora llevo meses con un creciente suspiro. Veo tus fotos siempre antes de dormir, escucho lo que dices, leo lo que escribes y pienso lo mucho que te amo poeta. 

Se que tengo mucha competencia, muchos te quieren y cada unos con sus objetivos físicos y/o emocionales. Tengo que pensar una estrategia si bien no muy producida si muy original y de corazón. Porque bebé, ese día veré tus ojos y te voy a besar. No es ego, no es presunción, es lo que decía mi madre; una corazonada. 


martes, 7 de octubre de 2014

Querer es poco y amarte es un vicio.

Me gusta el café. En mi parecer es la mejor bebida que existe. Me gusta la música y no salgo sin auriculares a la calle nunca en mi vida. Me gusta el vino, el bourbon, las gomitas, el jugo de arándano e incluso me atrevo a decir que me gusta el sexo [a quién no]. Pero tus ojos, tus ojos son un par de dimensiones magníficas que generan brillo y enamoran a cualquiera. Son dos lucecitas que te dan una tranquilidad especial que no encuentras en ninguna iglesia y con ningún psicólogo. 

Cuando me gusta algo lo quiero. Si me gusta un vino lo compro. Si me gusta un libro lo leo como si no hubiera otra historia, teoría o lección en el mundo que leer. Pero tus ojos no me gustan; los deseo. Esos ojos son de Dios. Te advierto que si los has robado al máximo patrón celestial poco importa que mueras virgen o pura, te iras directo al infierno. Entonces, volvamos a tema...tus ojos. 

Conocí en la carrera a un tipo muy agradable y algo extraño pues escribió una tesis sobre el ombligo. Así es, ese pequeño y distinguido cráter en nuestra mitad corporal. Cuando lo supe pensé "ese tipo esta loco". 

Ahora que vuelvo a pensarlo me siento mal. Tuvo su necesidad y su motivo. Obviamente esto no es una tesis, pero si es un texto que sale de mis dedos, mis manos, mi mente y mi corazón. Amo tus ojos. Pocas cosas he amado sinceramente en esta vida; incluidas un par de mujeres ajenas a mi madre y mis hermanas, el café, un libro llamado "Un día más", una corbata verde que compré hace tres años, mi trabajo y tus ojos. Fuck, tus ojos. Tus perfectos, enormes y celestiales ojos. 

Quisiera ver tus ojos todo el tiempo, quisiera besarlos. De hecho si puedes darte cuenta puede ser que me gustes completa. Y entonces podría venir a tu mente "ni siquiera me conoces lo suficiente". Y tienes razón. Evita creer que soy un psicópata, un enfermo o un solitario retraído que busca conquistarte con un blog. 

Lo único que extraño de ir a la universidad es verte; es ver tus ojos ligeramente rasgados en conjunto con esa cintura y esas manos pequeñas. Poco te he visto en persona, incluso nunca hemos salido; pero si me concedes un día de café contigo y tus ojos habrás realizado en este hombre el mejor día de su vida. 

P.D. Amo tus ojos.