miércoles, 20 de mayo de 2015

La cuerda más loca.

Es común que un hombre se enamoré de una amiga. Es común que un hombre se enamoré de una desconocida. Es normal que un hombre se enamore del cuerpo de una mujer, de su intelecto y de su alma. 

De hecho, es común que un hombre se enamore de su médico, de su abogada, de su artista favorita y por su puesto, de su psicóloga. Es normal y es común; dos palabras completamente distintas. Yo me enamoré de mi psicóloga, pero no en el modo que ustedes, mis amigos lectores, creen. 

Veras, mi psicóloga dejo de ser mi psicóloga por una simple razón; se hizo mi amiga. Una de las mejores que tengo. Yo me enamoré de su alma, de sus ganas de viajar, de su congruencia, de su risa. Me enamore de la amistad al cien por ciento. Me enamoré de su vida improvisada, de su estilo de pensar, de una mujer que tiene la capacidad de diferenciar los momentos perfectos cuando tiene que ser discreta y cuerda y de los que son aplicados para ser aventurera y loca. Loca por la vida, loca por poderse equivocar y ponerse de pie. Seguir con el maratón de la vida que es una fiesta infinita, según Facundo Cabral. 

Mi amiga es bella en todos los sentidos. Ella lo sabe y es modesta para decirlo, pero lo sabe. Es linda, es inteligente y tiene esa capacidad casi inconsciente de demostrar que si bien no tienes que estar loco para ir al psicólogo si es posible volverse loco por ella. Por su esensia. 

Mucho tiempo pensé. ¿por qué? ¿por qué no tienes 24 años? o 25 al menos. Pero es el destino. Es la vida y es como las cosas deben ser. Yo la amo mucho, para mi es un ángel presente en un planeta hermoso con gente hermosa, pero también con seres viviendo con sus dilemas existenciales. Criaturas con dudas en busca de respuestas. 

Bueno, ella es la que puede ayudarte. Ella es un ser humano, es imperfecta. Irónicamente perfecta para aquellos que la han buscado. Por una vida llena de ayuda, respuestas y bendiciones, Por ella, por ti y por Él, que nos cuida siempre. ¡Feliz día!